domingo, 16 de enero de 2011

¿DÓNDE PASARÁS LA ETERNIDAD?

2 Tesalonicenses 1:7-10: Y a ustedes que sufren, les dará descanso, lo mismo que a nosotros. Esto sucederá cuando el Señor Jesús se manifieste desde el cielo entre llamas de fuego, con sus poderosos ángeles, para castigar a los que no conocen a Dios ni obedecen el evangelio de nuestro Señor Jesús. Ellos sufrirán el castigo de la destrucción eterna, lejos de la presencia del Señor y de la majestad de su poder, el día en que venga para ser glorificado por medio de sus santos y admirado por todos los que hayan creído, entre los cuales están ustedes porque creyeron el testimonio que les dimos.



  ¿DÓNDE PASARÁS LA ETERNIDAD?

Fácil sería pensar, que luego de esta vida, todo se acaba (como suele decirse) "a
dos metros y medio bajo tierra." Nadie tendría que lamentarse por vivir
despreocupadamente de Dios, y hacer a su antojo... si después de todo, su vida se
extinguiese, o sea "dejaría de existir." Algunos no creen en la "inmortalidad del
alma y del espíritu" a pesar que la Biblia nos habla claramente, de una "eterna
perdición". (Así también como de una "vida eterna".)  No usaría Dios en su Palabra el término "perdición", ligada de la palabra "eterna" sino fuera porque la condenación que se recibe. No es una "extinción", sino más bien, un castigo eterno Para reafirmar esto, Jesucristo habla con referencia al infierno de la siguiente manera.

Marcos 9:48 "su gusano no muere, y el fuego no se apaga".
2Pedro 2:17  ... para los cuales está guardada la oscuridad de las tinieblas para siempre”.
Pero... ¿ Para quiénes está preparado, tan horrible lugar, y tamaño castigo.?
La Biblia dice para aquellos que: "no conocieron a Dios ni obedecen al evangelio de
nuestro Señor Jesucristo".
Muchos ante la pregunta: ¿Conoces a Dios.?, siempre tratan de afirmar que sí,
argumentando ya sea, algún pensamiento religioso o filosófico, conforme a su
conciencia. Pero en el fondo no están seguros. La realidad espiritual es más
directa: Solamente puedes conocer a Dios si has obedecido al evangelio.

Obedecer al evangelio, no consiste en realizar buenas obras de mérito propio, sino,
creer con fe que Cristo, el Hijo de Dios, murió en la cruz para pagar el precio de tus
pecados. Obedecer al evangelio, el reconocer que estábamos expuestos a la
"condenación eterna" por consecuencia del pecado, pero que ahora al aceptar al
Salvador, nuestro estado cambia a "vida eterna".

Estimado amigo/a:
·         ¿Te has puesto a pensar donde pasarás tu eternidad.?
·         A veces hacemos tantos planes para esta vida, que nos olvidamos lo más
       importante, que es: nuestro "destino eterno".
·         No hay “arreglos” que puedas hacer con Dios fuera de Cristo. No hay purgatorio, en donde puedes "arreglar cuentas con Dios".
·         La Biblia nos dice que lo que decidas en esta vida, marcará el destino eterno de tu alma. Y hay solo dos, y nada más que dos destinos: o... "vida eterna" o "perdición eterna".

Que en el día de hoy puedas oír esta Palabra de Dios, y creer en Jesucristo
como tu Salvador.... para tener "vida eterna".

Juan 5:24  Ciertamente les aseguro que el que oye mi palabra y cree al que me envió, tiene vida eterna y no será condenado, sino que ha pasado de la muerte a la vida”.

¿Podemos Escoger?


Deuteronomio 30:19
Hoy pongo al cielo y a la tierra por testigos contra ti, de que te he dado a elegir entre la vida y la muerte, entre la bendición y la maldición. Elige, pues, la vida…

¿Podemos Escoger?

Muchas personas, a pesar de no creer en Dios (y algunas aun creyendo en ÉL...) se les oye recitar a solas, y en voz alta:

  • ¡Yo no escogí este tipo de vida que me tocó!
  • ¡Yo no escogí esta familia en que nací!
  • ¡Yo no escogí este lugar en donde vivo!
  • ¡Yo no escogí la mala condición económica que sufro!

Si pudiéramos formar un coro con todas las personas del mundo... seguramente se
respondería a una sola voz: ¡Por supuesto que es así! ¡No tuviste oportunidad de
escoger!
No es ninguna novedad saber, que antes de nacer, no se pregunta a nadie: ¿En qué país deseas nacer.? ¿Qué familia te gusta más? ¿Qué condición económica y social prefieres.?
Pero hubo alguien que sí pudo escoger "antes de nacer" como sería su vida.
·         Escogió nacer en uno de los lugares más humildes... un pesebre, antes que en un lugar de confort.
·         Escogió crecer en una humilde ciudad (Nazaret de Galilea) muchas veces
desestimada por la gente.
·         Escogió "ser el hijo del carpintero" (Mateo 13:55) antes que el hijo de un príncipe adinerado de la época.
·         Pero su mayor elección, fue "escoger morir en la cruz por nuestros pecados", entregándose por amor a ti y a mí.
Romanos 4:24,25... a Jesús Señor nuestro, el cual fue entregado por nuestros delitos, y resucitado para nuestra justificación..

Estimado amigo/a:
Hay cosas que tanto tu, como yo, no podemos escoger en la vida... porque ya
vinieron así. Pero, en Cristo, tenemos una oportunidad de escoger: PODEMOS
ESCOGER LA VERDADERA VIDA. Nacemos en pecado, y en la muerte
espiritual. Podemos caminar en esta vida solos, lamentándonos "lo mal que nos
va", para enfrentar algún día la muerte, desprovistos de toda esperanza.

¿Escogerás la tristeza, la amargura y la desesperanza?  ¡Desde luego que no!
  • En Cristo, escoges la oportunidad de ser feliz, y de tener una nueva esperanza.
  • Escoger a Cristo, es abandonar tu antigua vida, entregándole tus pecados.
  • Escoger a Cristo es recibir de la salvación que él te ofrece, y gozar de un nuevo corazón limpio.

¿Que harás con tu vida.? Elige, pues, la vida”. (Deut 3:19) Escoge a Cristo... y vivirás.

Isaías 55:3 Presten atención y vengan a mí, escúchenme y vivirán.
   Haré con ustedes un pacto eterno
.

¿SOY RESPONSIBLE DEL NACIMIENTO DE JESÚS?


 
           Porque nos ha nacido un niño,
      se nos ha concedido un hijo;
   la soberanía reposará sobre sus hombros,
      y se le darán estos *nombres:
   Consejero admirable, Dios fuerte,
      Padre eterno, Príncipe de *paz.
7 Se extenderán su soberanía y su paz,
      y no tendrán fin.
   Gobernará sobre el trono de David
      y sobre su reino,
   para establecerlo y sostenerlo
      con justicia y rectitud
      desde ahora y para siempre.
   Esto lo llevará a cabo
      el celo del Señor *Todopoderoso.

Esta profecía fue dada como siete siglos antes de Cristo, y nos define el propósito de su nacimiento. Y dicho propósito se deja entender, en la expresión "nos ha nacido", " se nos ha concedido ". No es "un nacimiento más", sino, que es nacido "para nosotros". No es "un niño más", sino, un Hijo dado "para nosotros".

Esta intención de Dios de "darnos a su Hijo", nos compromete sobremanera.
A nadie le afecta en lo personal que halla nacido Mahoma, Confucio, o Buda, o
cualquier fundador de otra religión, porque simplemente "nacieron" como cualquier
otro niño más en este mundo.

Pero en cambio, Jesús nació para nosotros, es decir, con un propósito "de entrega
exclusiva" hacia la humanidad. Y esa "entrega" se trataba nada menos, de dar su
vida en la cruz, por el pecado de todos nosotros.

Te preguntarás entonces ¿Soy yo responsable de este nacimiento?
¡Claro que sí!, tú y yo somos responsables de este nacimiento, porque somos
responsables de nuestros pecados y maldades. Este "Hijo nos es dado" por causa de nuestras rebeliones. Este "Hijo fue dado en la cruz" sufriendo el escarnio y vergüenza al hacerse pecado, por amor a nosotros.

Romanos 8:32 El que aun á su propio Hijo no perdonó, antes le entregó por
todos nosotros....
¡Cuantos niños huérfanos hay en este mundo que fueron abandonados por sus
padres! ¡Cuantas madres se han olvidado del fruto de su vientre, y cuantos padres, han puesto en olvido a la pequeña criatura que una vez engendraron!
Si esta actitud nos produce rechazo y repulsión, ¡cuánto más debería doler en lo
profundo del corazón, que Dios nos "dio a su Hijo" y nosotros lo ignoramos.!
Estimado Amigo/a:
Jesús nació para ti. ¿Qué harás con esta responsabilidad? Nació también para mí, pero yo ya he tomado la decisión de responsabilizarme de este nacimiento. ¿Como?
Confiar en Jesucristo como mi Salvador, pidiéndole perdón por mis pecados, y confesarle que yo fui responsable de su nacimiento... y también de su muerte en la cruz. Cuando creí en Cristo como mi Salvador, Dios el Padre me adoptó como hijo, y se hizo responsable por mí.

¿Eres de la familia celestial? ¿Has aceptado al Salvador? Hoy puedes comenzar una nueva etapa en tu vida, de paz, felicidad, y victoria sobre el pecado. Todo comenzará cuando clames a Dios y le digas: -"¡Soy responsable del nacimiento y muerte de tu Hijo".!    Hoy... puedes hacerlo!

Efesios 5:2... Cristo nos amó y se entregó por nosotros como ofrenda y sacrificio fragante para Dios.

Les deseamos lo mejor para estas fiestas,
Y un 2011 con muchas bendiciones de Dios.


Isaías 9:6 – 7