sábado, 5 de febrero de 2011

Ministerio Pan de Vida

Comenzó Jueves 20 de mayo 2010.
Ministerio de asistencia y evangelización a las personas extremadamente cadenciadas, que duermen en la calle en el barrio Palermo cerca de la iglesia, por iniciativa de Filipe Portugal y Andrés Balmaceda.
Se hace cada jueves después de la reunión de oración.  La primera vez éramos varios de la iglesia que acompañamos. Desde noviembre, han sido Andrés Balmaceda y Roberto Strong. 

Actualmente Andrés es líder del proyecto Pan de Vida que consiste en visitar semanalmente a personas que viven en la calle y llevarles  un mensaje evangelístico, ofreciéndoles también un té caliente y sándwich para comer

Se lleva té, mate cocido, y sándwiches para repartir, junto con una lectura bíblica impresa que se deja con cada persona.  La primera lectura fue el pasaje de Lucas 14.15-24 que se tituló: “Una Invitación Especial”, donde Jesús relata la parábola del hombre que preparó una fiesta e invitó a muchos conocidos, pero todos


estaban ocupados. Luego mandó a buscar a los pobres, cojos, ciegos, etc.  Otros jueves se les da otra porción y se les habla del Señor Jesucristo, leyendo pasajes tales como el de Lázaro y el rico, la promesa de Jesús de volver otra vez (Juan 14), el joven rico, etc.  Roberto luego ora por el bienestar espiritual y físico de ellos, y les invita a recibir a Cristo como Salvador si se presenta disponible la persona.  Algunos, por su estado de ebriedad o bajo el efecto de drogas, no pueden captar el mensaje claramente. 

Solo en pocas ocasiones se rechazó la ayuda ofrecida.  La primera noche se ayudó a cinco personas.  Verónica fue maestra de escuela primaria un tiempo atrás, muy educada.  Encontramos a un joven buscando comida en tachos de basura.  Varios cuidan coches durante el  día.  Uno recorría Argentina en bicicleta visitando monasterios, pero le robaron la bicicleta que tenía y se encontró sin lugar para dormir.  Algunos tienen un trasfondo relacionado con creyentes, sabiendo historias bíblicas, coros de la Biblia, etc.  Algunos manifiestan recibir a Cristo cuando Roberto ora con ellos.  Otros dicen ser ya cristianos.  En total se ha ministrado a más de 25 personas durmiendo en la calle desde que se comenzó este ministerio.


Solo Dios sabe cómo llegaron a esas condiciones, y si realmente son de Él.  Damos gracias a Él por la visión de Andrés, quien antes estuvo en esas mismas condiciones, y hoy es alguien que predica el evangelio en los subtes, en hospitales, y a los indigentes.  Su testimonio ha sido tan bueno que varios vecinos se juntaron para comprarle a Andrés una casita rodante nueva y en marzo pasó a vivir de debajo de una lona en la plaza a su flamante casita.  Hace dos años que es miembro fiel de nuestra congregación.  Filipe, por otro lado, vino de Brasil casado con una chica argentina, y él trabaja en un banco.  Tienen un hijito, Lucas, de 2 años.  También están activos en nuestra iglesia.
Damos gracias al Señor por esta visión de Andrés de ministrar a los olvidados.  Pedimos sus oraciones para que este ministerio pueda traer fruto para su honra y gloria.

¿POR QUÉ NO INTERVIENE DIOS?





Lamentaciones 3:37 .
¿Quién puede anunciar algo y hacerlo realidad
sin que el Señor dé la orden?











A veces pensamos: ¿Por qué me pasa esto a mí?  Muchos tienen dudas acerca si Dios controla todo lo que pasa en este mundo, o si ha dejado las cosas libradas al azar.  Algunos se quejan contra Dios de todas las cosas malas que pasan. Otros, ni siquiera tienen en cuenta a Dios, y atribuyen todos los sucesos de su vida "al destino" como si este se tratara de una personalidad, o al “hombre de arriba” que controla sus vidas. Pero la Biblia nos enfrenta y pregunta: ¿Quién puede anunciar algo y hacerlo realidad sin que el Señor dé la orden?

Alguno dirá: ¿Por qué Dios permite la muerte, la violencia y la injusticia en este
mundo? La respuesta a esa conocida pregunta es: Porque Dios nos creó con voluntad libre. Es por el pecado que entró a este mundo la muerte y la tristeza. Es por el pecado que esta humanidad está en decadencia.

¿Tú quieres que Dios intervenga, librando a esta humanidad de forma arbitraria?
¿Que baje del cielo, y que pare el hambre, la guerra y la muerte rápidamente,
solamente con el chasquear de sus dedos?

Te pregunto: Cuando pecas en contra de su voluntad... ¿también deseas que "Él
intervenga" en tu vida y frene tus acciones?  ¿Tenés el mismo hambre de que la justicia de Dios se aplique de la misma manera en tu vida?

Estimado Amigo/a:

Dios ya intervino en este mundo, enviándonos a su Hijo Jesucristo para que muriera por nuestros pecados. Esa "intervención" no fue para juzgar al mundo, sino para ofrecerle la salvación a aquel que la desee, y se acerque a su cruz con un espíritu humilde. No es poca la "intervención" que Cristo tuviera que derramar su sangre para reconciliarnos con Dios.

Colosenses 1:20 por medio de Él, reconciliar consigo todas las cosas,  tanto las que están en la tierra como las que están en el cielo, haciendo la paz mediante la sangre que derramó en la cruz.

¿Has perdido la paz por los últimos sucesos de tu vida?  ¿Temes qué será de tu vida de ahora en más? Si te pones en las manos de Dios, y aceptas la salvación que Él te ofrece, tu vida encontrará un nuevo rumbo: la paz que solo Cristo da al corazón. Cuando viene a nuestra vida, nos limpia los pecados, nos perdona, nos da una nueva esperanza y una fortaleza sobrenatural. Nos saca de la confusión, y pone nuestros pies sobre la roca sólida.

Con respecto a los sucesos de la vida la Biblia dice: Romanos 8:28 sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, los que han sido llamados de acuerdo con su propósito. Todas las cosas para el bien... a quienes aman a Dios... a los que son "llamados" para recibir su salvación. Dios te ama, y te llama hoy, para poder "intervenir" en tu vida... ¡para bien! ¿Le dejarás intervenir?

¿ESTA PESADA TU CARGA?



 









·       Isaías 53:6 –  Jehová cargó en Él el pecado de todos nosotros.
·       Marcos 15:21 –  A uno que pasaba por allí de vuelta del campo, un tal Simón de Cirene…, lo obligaron a cargar la cruz.





Luego de ser azotado, escarnecido y golpeado, el Señor Jesucristo sale por las
calles de Jerusalén, llevando la cruz en la cual sería clavado.

¿Cuánto pesaría esa cruz de madera? Seguramente era tan pesada, que cualquiera que lo cargue por un trecho largo, desmayaría bajo su peso. Y su peso se sentiría mucho más, ante la debilidad general provocada por los latigazos y los golpes impartidos por los soldados romanos en el cuerpo de Cristo. Aquel que dijo un día al paralítico: “Levántate y anda” ¿No podía hacer que sus piernas tuvieran la fortaleza para soportar el peso de la cruz?

Aquel que tenía poder para calmar el viento, y las olas del mar... ¿No podría acaso llevar la cruz sin ningún problema? Sin embargo, Jesús el Hijo de Dios, el Creador de este mundo, se somete a la debilidad humana por amor a nosotros. No se valió de su poder para evitar sus propios sufrimientos, aunque podía hacerlo. Pero la carga mayor que tenía que aguantar no consistía en una cruz de madera. Sus peores sufrimientos no eran los clavos y la corona de espinas.

Había algo aun más doloroso que tenía que cargar: Tus pecados y los míos.  Dos hombres subieron el Monte del Calvario, uno era Simón (de la ciudad de Cirene), un simple ser humano, y el otro era Jesús (aunque humano, pero también Dios).

Simón Cireneo solo podía acompañarlo cargando la cruz de madera. Pero cuando
llegaron a la cima del monte Gólgota, ya pudo hacer más nada.  El trabajo de cargar
con los pecados de la humanidad podía hacerlo una sola persona, y esa persona tenía que ser santa y sin ningún pecado: ¡JESUCRISTO!

 Estimado Amigo/a:
 ¿Te quejas de la cruz que tienes que llevar en esta tierra? ¿Es muy pesada para vos? Quiero que sepas que cualquier aflicción que sufras, no se puede comparar con los sufrimientos del Salvador, cargando con nuestros pecados. Los ojos humanos solo pueden contemplar la crucifixión externa, pero la carga de tus pecados solo pueden ser contemplados con los ojos del alma.

Solo Dios nos puede conducir a la cruz de Cristo, y mostrarnos lo que allí se hizo
a favor nuestro. Solo la Palabra de Dios puede abrir nuestros ojos espirituales para despertar un verdadero arrepentimiento, y una verdadera fe en Jesucristo como Salvador. Su amor y misericordia siguen tan firmes como hace 2000 años atrás. Si bien el Señor fue crucificado en flaqueza y debilidad, venció a la muerte, resucitando de entre los muertos.

 ¿Te oprimen tus pecados? ¡Puedes ser libre de esta terrible carga!  Vení a Cristo hoy con arrepentimiento y fe para llevarle tus pecados, porque Él tiene poder para cargarlos y perdonarte.

2 Corintios 13:4Es cierto que (Cristo) fue crucificado en debilidad, pero ahora vive por el poder de Dios. De igual manera, nosotros participamos de su debilidad, pero por el poder de Dios viviremos con Cristo …