sábado, 5 de febrero de 2011

¿ESTA PESADA TU CARGA?



 









·       Isaías 53:6 –  Jehová cargó en Él el pecado de todos nosotros.
·       Marcos 15:21 –  A uno que pasaba por allí de vuelta del campo, un tal Simón de Cirene…, lo obligaron a cargar la cruz.





Luego de ser azotado, escarnecido y golpeado, el Señor Jesucristo sale por las
calles de Jerusalén, llevando la cruz en la cual sería clavado.

¿Cuánto pesaría esa cruz de madera? Seguramente era tan pesada, que cualquiera que lo cargue por un trecho largo, desmayaría bajo su peso. Y su peso se sentiría mucho más, ante la debilidad general provocada por los latigazos y los golpes impartidos por los soldados romanos en el cuerpo de Cristo. Aquel que dijo un día al paralítico: “Levántate y anda” ¿No podía hacer que sus piernas tuvieran la fortaleza para soportar el peso de la cruz?

Aquel que tenía poder para calmar el viento, y las olas del mar... ¿No podría acaso llevar la cruz sin ningún problema? Sin embargo, Jesús el Hijo de Dios, el Creador de este mundo, se somete a la debilidad humana por amor a nosotros. No se valió de su poder para evitar sus propios sufrimientos, aunque podía hacerlo. Pero la carga mayor que tenía que aguantar no consistía en una cruz de madera. Sus peores sufrimientos no eran los clavos y la corona de espinas.

Había algo aun más doloroso que tenía que cargar: Tus pecados y los míos.  Dos hombres subieron el Monte del Calvario, uno era Simón (de la ciudad de Cirene), un simple ser humano, y el otro era Jesús (aunque humano, pero también Dios).

Simón Cireneo solo podía acompañarlo cargando la cruz de madera. Pero cuando
llegaron a la cima del monte Gólgota, ya pudo hacer más nada.  El trabajo de cargar
con los pecados de la humanidad podía hacerlo una sola persona, y esa persona tenía que ser santa y sin ningún pecado: ¡JESUCRISTO!

 Estimado Amigo/a:
 ¿Te quejas de la cruz que tienes que llevar en esta tierra? ¿Es muy pesada para vos? Quiero que sepas que cualquier aflicción que sufras, no se puede comparar con los sufrimientos del Salvador, cargando con nuestros pecados. Los ojos humanos solo pueden contemplar la crucifixión externa, pero la carga de tus pecados solo pueden ser contemplados con los ojos del alma.

Solo Dios nos puede conducir a la cruz de Cristo, y mostrarnos lo que allí se hizo
a favor nuestro. Solo la Palabra de Dios puede abrir nuestros ojos espirituales para despertar un verdadero arrepentimiento, y una verdadera fe en Jesucristo como Salvador. Su amor y misericordia siguen tan firmes como hace 2000 años atrás. Si bien el Señor fue crucificado en flaqueza y debilidad, venció a la muerte, resucitando de entre los muertos.

 ¿Te oprimen tus pecados? ¡Puedes ser libre de esta terrible carga!  Vení a Cristo hoy con arrepentimiento y fe para llevarle tus pecados, porque Él tiene poder para cargarlos y perdonarte.

2 Corintios 13:4Es cierto que (Cristo) fue crucificado en debilidad, pero ahora vive por el poder de Dios. De igual manera, nosotros participamos de su debilidad, pero por el poder de Dios viviremos con Cristo …

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